Es necesario tener conocimiento y práctica acerca de la métrica y la rima, tanto para utilizarlas ocasionalmente, como para no utilizarlas por inadvertencia, y sobre todo para estar en capacidad de apreciar la mayor parte de la poesía en español, compuesta de ese modo desde sus comienzos.
Métrica y rima son recurso mnemotécnico eficiente y valioso. Al optar por el verso libre, los poetas pierden algo que antes fue esencial: que los poemas se aprendieran y se repitieran de memoria. El poema en verso libre suele escapar a la memoria.
En realidad, no existe el verso libre, ni la misma prosa es libre. Domina en el español una medida de eufonía, que todo buen escritor maneja de oído. En la conversación común son frecuentes las correcciones. Es por eso: porque sentimos que suena mal, y se corrige instantáneamente. El español es una lengua rítmica, y el verso su forma natural.
El que escribe verso libre sin conocer métrica y rima no consigue dar a sus líneas cualidades propias del verso (ductilidad, elasticidad, maleabilidad, sonoridad) y por ello se puede afirmar que la mayor parte de la poesía colombiana en la segunda mitad del siglo XX está escrita en prosa fragmentada, sin las cualidades de la prosa ni las del verso.
En las distintas clases de verso libre es necesario cambiar palabras para agregar o disminuir sílabas, o para modificar acentos, lo que también se hace en prosa. Desde el momento en que hay una medida que se impone, la libertad del verso es relativa y se refiere sólo al deslinde con la métrica y la rima.
Se suele creer que el verso libre es novedad. Falso. Primero fue el verso libre. El verso libre ha existido siempre; es anterior a esa dudosa lengua, impropiamente llamada “español”.
El verso libre intentó hacer olvidar en el siglo XX toda la poesía de siglos anteriores, por medio de su impugnación y negación. No lo logró. Lo más probable, según se observa, es que para el siglo XXI ambas formas sigan coexistiendo. Razón de más para ocuparse de métrica y rima.
La poesía concreta y demás formas gráficas y caprichosas, o emparentadas con otras artes, son creaciones experimentales que obedecen a otra estética y quedan por fuera de verso y prosa.